lunes, 9 de junio de 2014

Dar y recibir


Vamos a intentar entender que es eso de dar y recibir, conceptos preestablecidos de antemano y el típico malestar por dar y no recibir lo que espero. Intentaré enfocarlo desde el prisma de la universalidad y por supuesto de la relación de pareja que es donde en muchos casos se crean conflictos insalvables.
Voy a dejar al margen a los abusadores profesionales, aquellos que viven de obtener favores de los demás, siempre están pidiendo y pidiendo. Teniendo en cuenta que aún con estas personas habría que trabajar la razón que les lleva a solicitar estos favores continuamente, necesidad de atención, falta de estima, etc. Os aseguro que algo hay detrás de ello, pero ahora mejor dejar este tema al margen y centrarnos en dar y recibir como tal.

Según la RAE
 Dar.
Donar. (Dicho de una persona: Traspasar graciosamente a otra algo o el derecho que sobre ello tiene.)
Entregar. (Poner en manos o en poder de otro a alguien o algo.)
Recibir.
Dicho de una persona: Tomar lo que le dan o le envían.
Favor.
Ayuda, socorro que se concede a alguien.
Honra, beneficio, gracia.

Estamos acostumbrados a una norma social en la cual cuando damos algo a alguien, bien sea un favor  o un bien material, esperamos recibir algo a cambio. Como mínimo siempre esperamos el agradecimiento y si es posible; que nos devuelvan el favor.




La sociedad nos ha acostumbrado a que la persona que obtiene algo nuestro debe estarnos agradecida, debe verbalizar esas “gracias”. Muchísimas personas tienen interiorizado además la obligatoriedad de la deuda adquirida: -Yo le presté “tal” favor y cuando lo necesité no estaba ahí para devolvérmelo, que desagradecida/o, que mala persona.

Nada más lejos de la realidad, cuando alguien nos pide un favor o nos pide algo, está abriendo su corazón a nosotros, nos está pidiendo algo que necesita, nos está reconociendo una carencia, bien sea personal, afectiva o material. En cualquier de los casos debemos tratarla con el máximo respeto y amor. De ninguna manera somos mejores, más grandes o estamos en mejor posición por estar en condición de prestar ese favor a esa persona, por estar en condiciones de dar a esa persona aquello que ella no tiene y nos está pidiendo.

El gesto de dar es y debe ser desinteresado, no podemos esperar que al entregar aquello que se nos pide la otra persona queda endeudada con nosotros, el puro acto de entregar, de ayudar no espera compensación a cambio.
Repito que la sociedad, y cada vez más, espera que tras un favor exista una deuda e incluso una devolución, “nadie da nada sin esperar nada a cambio”, “nadie da nada por nada”, “nadie da duros a pesetas”, frases populares siempre han existido y siempre existirán. Pero eso no es razón para seguir haciendo lo mismo.

¿Cuantas veces te has sorprendido si alguien te ofrece algo sin esperar nada a cambio? ¿Has observado sus ojos, sus gestos? La gente sencilla es la que más cerca está del ofrecimiento sin pago, gente en los pueblos que ofrece a sus visitantes alojamiento, comida, sabiendo que nunca más les volverá a ver, reflejan en su semblante el bien por el bien, el dar sin esperar recibir. Todos conocemos historias en los países y poblados más recónditos de este mundo donde la gente que no tiene nada, lo da todo, y lo da sin esperar nada a cambio.

Este concepto es un parte muy importante de la felicidad por si misma;
-          Te hago el bien porque veo en ti el bien.
-          Veo en ti el bien porque lo veo en mí.

Y ahí radica parte del problema, si no veo el bien en ti quizá sea porque no veo el bien en mí y si esto es así ¿Cómo puedo hacer el bien por el bien?

En muchas ocasiones en la pareja sucede lo mismo. Además en este tipo de relaciones deseamos algo y pensamos que la otra persona debe intuirlo, debe saber lo que necesitamos sin decírselo.  Si esto sucede es que la otra persona o sabe leer nuestra mente o prioriza todo lo nuestro por encima de lo suyo. Lo primero no creo que sea fácil, aunque es cierto que con el tiempo de vida en común es más fácil intuir determinadas cosas, lo segundo sería lamentable.

Cuando en una relación de pareja imponemos nuestros deseos o nuestras necesidades por encima de aquello que la otra persona desea no necesita, a la larga afectará a la relación. No esperes nada a cambio de nada.  – Te dije que necesitaba ir a “tal” sitio, debiste entender que lo que quería era… - Si necesitas algo, si quieres algo, pídelo, con honestidad, con asertividad, que la otra persona te entienda, no dejes a la intuición trabajar porque quizá ese día esté de vacaciones. Si no comunicaste de manera adecuada tu necesidad, no culpes a la otra persona de ello, leer la mente es difícil.

Debes respetar la situación de cada uno, bien sea tu pareja o aquella persona que te pide lo que necesita. Esa persona, o tu pareja, sabe porque lo necesita y en el momento en el que se encuentra te lo pide. Si la petición es con educación, y respetando tus necesidades, simplemente escucha, si puedes ayudar; ayuda y si no, exponlo con asertividad y si puedes ayúdale a encontrar una forma de lograrlo.

¿Estoy obligada/o a ayudar siempre? ¿Tengo que dar siempre que me lo piden?
No, categóricamente no.

Tú también tienes tus necesidades, tus obligaciones y tus limitaciones, impuestas o no. Por tanto la otra persona no tiene poder sobre ti y no debes dárselo. He oído más de una vez –
Cuando me piden algo, me siento obligada/o y dejo mis cosas por hacer ese favor- Tu verás lo que haces, eres libre de elegir y priorizar lo que más te interesa en cada momento, pero luego no vayas lamentándote de hacer aquello y no lo tuyo, tú y sólo tú lo elegiste.

Siempre podemos decir no, repito, con asertividad, ayudando a que la otra persona lo consiga o no, pero puedes decir no cuando lo desees.
·     


No estás obligado a dar, pero si das, no esperes nada a cambio. Es la forma más bonita y libre de entregar.


No tienes siempre el derecho a recibir. No debes imponer tu voluntad, debes respetar siempre al otro, por lo tanto si el otro no puede darte lo que pides, será que no está obligado a dar.


Recuerda actuar siempre con libertad, desapego y por supuesto respetando el camino que el otro se ha trazado. Respeta al otro y respétate a ti misma/o.

Cualquier consulta o sugerencia puedes contactarme en mi email: jcmartint@gmail.com

Mucha Luz en tu Camino Personal 

Si tienes facebook apúntate al grupo pulsando aquí: Un Paso en tu Camino
ó
Únete al blog para estar informado Participa en el blog



domingo, 1 de junio de 2014

Ser feliz

Siento decirte que no hay una fórmula mágica para ser feliz, ni siquiera para empezar, la complejidad del ser humano es tan grande que no creo que haya una pauta establecida, una receta mágica. 
Lo que a partir de ahora contaré son pequeñas pistas, mínimas guías que quizá te ayuden. Lo que sí que estoy seguro es que de algo sirven y siempre te ayudarán a saber dónde empezar. Mal no te van a venir, de eso estoy absolutamente seguro. 

¿Quieres ser feliz? 
Lo primero que debes quererlo, desearlo no basta. 
Plantéate en serio si deseas serlo, tener este objetivo como primer objetivo en la vida. 
Normalmente decimos y pensamos -quiero ser feliz- pero como un mero pensamiento, dura exactamente lo que dura en tu cabeza, como mucho lo que dura en la conversación que estás manteniendo en ese momento. 
Lo que quiero decir como OBJETIVO, es que te lo fijes como algo alcanzable, algo que te supondrá esfuerzo, perder cosas y ganar muchas más, quizá perder amistades, enfrentarte a gente, etc. fíjatelo como objetivo, como tu gran deseo, no como algo deseable. 

Si te contara la gente con la que hablo que me dice "Quiero ser feliz" y no hacen nada para serlo. Supone cambiar muchas cosas y eso; puede doler al principio. 

Un ejemplo: Me gustaría tener un Ferrari. Para ello tengo que ahorrar dinero, trabajar más, pedir un préstamo o robar un banco... mucho esfuerzo, paso. Pero me gustaría tener un Ferrari. Lo mismo pasa con el deseo de ser feliz... ahí lo dejo. 

Sino te propones ser feliz, no sigas leyendo. Invierte tu tiempo en otra cosa, seguramente ser feliz para ti no es tan importante. 


Sé simple. 
  No le des demasiadas vueltas a las cosas. La vida es mucho más sencilla de lo que queremos entender. No inviertas tiempo en pensar y repensar. 
  Duerme tranquila/o y soluciona tus problemas o tareas cuando te levantes. La noche y la duermevela no es buena consejera. 
  Sobre todo, no te enganches con los problemas. 
  Recuerda; si tiene solución porque te preocupas (soluciónalo) y si no la tiene para que te preocupas (déjalo ir) 
Enfado --> Ira 
Aquellas cosas que te han enfadado debes gestionarlas, sino sabes cómo, te vendría muy bien aprender algo de inteligencia emocional o asistir a alguna sesión terapéutica. 
El enfado es un bucle que se autoalimenta, aumenta según le damos vueltas, si hablamos demasiado de ello de manera poco asertiva con la persona que nos ha provocado el enfado, esta persona posiblemente reaccione de manera agresiva y te eche en cara otras cosas. 
Así que mejor cuando haya un enfado, toma distancia y comunícate de manera asertiva. Sobre todo, deja de darle vueltas a lo mismo. 
Si de verdad crees que no puedes quitarte el enfado de encima y esto te está causando problemas serios; no dudes en consultarme. 

Fake it you feel it (Simula ser feliz hasta que lo seas) 
Lema clásico de Alcohólicos Anónimos, 
No se trata de fingir, bueno, sí, un poco. Es una técnica en la que debes aparentar fortaleza, tranquilidad, entereza y encontrarte bien, ser feliz, hasta que esto se convierta en realidad. Aquello que desees de una forma consciente o inconsciente, tienes muchas probabilidades de que el Universo de lo ponga delante, bueno... o malo. Recuérdalo.
    Es evidente que si sonríes acabarás siendo más feliz que si no lo haces y es evidente que si estás alegre atraerás alegría y a gente alegre. Si eres un ser penoso, atraerás penurias.

¿Cuanto hace que no haces cosas nuevas? 

Desafíate, aporta algo novedoso a tu vida, sal de la rutina.
La gente que innova, que hace cosas nunca hechas por ellos, que viaja a sitios donde nunca ha estado, que aprende nuevos juegos, que estudia o se forma en cosas que nunca ha estudiado, hace que su cerebro se estimule con las nuevas sensaciones, que aprenda, que crezca. Los retos te pondrán en situaciones tensas, tendrás que usar la imaginación, tendrás que superar los límites que te has autoimpuesto, lucharás contra la frustración de caer y tendrás que sacar fuerzas de flaqueza para volver a levantarte.
Estarás orgulloso u orgullosa de conseguir aquello que te has propuesto o al menos de intentarlo.

Compra un poco de felicidad

¿Cuántas veces hemos oído la frase "el dinero no da la felicidad"? es verdad, no la da, no puedes comprar la felicidad completa, pero puedes darte un capricho de vez en cuando. Como digo en mis charlas y terapias, prémiate por tus logros por pequeños que sean. Nadie más que tú se merece un premio, por tu esfuerzo, por tu dedicación y -shhhh- un secreto... sencillamente porque te da la gana. ¿Acaso tienes que pedir permiso a alguien para ser un poco más feliz?

No te lo pienses tanto 

  Hay dos tipos de personas; las que toman una decisión sobre algo valorando los pros y los contras, pero sin invertir demasiado tiempo, sea lo que sea, están conformes con su decisión y asumen poder equivocarse. Pero en cuanto pueden disfrutan de la decisión tomada y a otra cosa mariposa. Por otro lado están aquellos que sopesan los pros y los contras, comparan con todas las opciones posibles, piensan en tomar una decisión, siguen pensando, vuelven a comparar, buscan estudios de mercado, preguntan a expertos y una vez han tomado la decisión, se siguen preguntando si será la adecuada. Siempre están mirando con lupa y evaluando lo decidido, como para cerciorarse de que se han equivocado. Este tipo de personas no disfrutan con la decisión tomada porque cuando la han tomado, ya es tarde.

Te aseguro que los primeros son más felices que los segundos.

Haz algo de ejercicio físico 

Aunque solo sean diez minutos diarios, esta actividad marcará la diferencia en tu estado de ánimo. Psicólogos, médicos, biólogos, psiquiatras… todos coinciden en que la actividad física es un potenciador de la felicidad. 

Pasa a la acción 

No eches la culpa a los genes, es cierto que influyen en algo en tu temperamento y optimismo, recuerdo haber leído que un porcentaje muy alto de tu felicidad está en tu genética, pero quitando ese porcentaje y el cómo afecta tu entorno familiar y social, el 40% o más de tu felicidad está absolutamente en tus manos.

¿Aún sigues leyendo? ya tenías que haberte levantado a por un bolígrafo y un papel para escribir lo que vas a hacer para ser más feliz. :-)
La felicidad es una cuestión de actitud, no de aptitud.
Recuerda que para cualquier consulta o sugerencia puedes contactarme en mi email: jcmartint@gmail.com

Mucha Luz en tu Camino Personal 

Si tienes facebook apúntate al grupo pulsando aquí: Un Paso en tu Camino
ó
Únete al blog para estar informado Participa en el blog