viernes, 18 de julio de 2014

Otra masacre más.

Otra masacre más. Producto de una mente perversa, la del ser humano que se cree que tiene el poder para decidir quien vive y quien no. Una mente enferma que decide que matar a 300 personas no es importante, que lo importante son sus ideales, sus valores (si es que los tiene) y su razón, o mejor dicho sinrazón. 

Ahora los grandes países investigan la causa, sinceramente creo que deberían gastar su tiempo y esfuerzo en investigar las razones que llevan a esto. Es evidente que no lo harán por los intereses que tienen creados en este y en todos los conflictos mundiales en los que las personas pierden vidas, normalmente las más inocentes.

Una  vez más queda el lamento de la viuda, el llanto del niño que no volverá a ver a sus padres y la desesperación de una madre por la pérdida irracional de aquel que debería haberle sobrevivido. Una vez más queda patente la estupidez y el egoísmo humano.




Pero lejos de esta desesperanza, creo en el ser humano, creo que muchos pensando y creciendo seremos capaces de vencer la irracionalidad y la estupidez. Creo que con esperanza, con ilusión y con ganas podemos cambiar a la gente y como consecuencia al mundo. 

Maduremos nosotros, crezcamos y ayudemos a crecer a aquellos que están a nuestros lado pasando este ratito que llamamos vida con nosotros.  Demos la espalda a aquellos seres que desean la muerte, el sufrimiento y por encima de todo su "bienmerecido" premio.

Demostremos con nuestros actos, con nuestro camino, que el ser humano es mejor de lo que los estúpidos y egoístas quieren hacernos creer. El ser humano es grande y somos capaces de demostrarlo.

De momento hoy, mi grito de esperanza para aquellos que han perdido a algún familiar o amigo en este terrible atentado contra el ser humano. 

Mañana seguiré luchando por lo que creo, el ser humano.


Mucha Luz en Tu Camino Personal

#unpasoentucamino #jcmt

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martes, 15 de julio de 2014

Escúchame por favor

Situación 1
¡Ring!
¡Ring!
-      -         ¿Hola?
-          Hola, soy Pedro ¿cómo estás?
-          Hola Pedro, me extrañaba que no me llamaras hoy ¿Qué tal el día?
-          Fatal. Un día horrible en el trabajo, mi jefe me ha echado una bronca por aquello que me pidió, al intentar defenderme me ha sacado trapos sucios que no podía rebatir. …
-          Lo que tienes que hacer es hablarle claramente y decir que no te trate así.
-          Ya, claro, el problema es que si le hablo como tú me dices se va a enfadar mucho más.
-          Y que, que le den por saco, que sepa que tiene que respetarte, que tiene que valorar tu trabajo.
-          Si, si tienes razón, pero no sé cómo decírselo.
-          El problema es que no tienes narices a enfrentarte a él. No tiene ningún derecho a tratarte así. Debes poner punto y final.
-          Pero… ¿y si le hablo así y me despide?
-          Pues mira, quizá tenga que ser así, que le den, a él y a la empresa.
-          Tienes razón, lo haré.
-          Un abrazo.
-          Igual. Adiós.

Situación 2
¡Ring!
¡Ring!
-          ¿Hola?
-          Hola, soy Pedro ¿cómo estás?
-          Hola Pedro, me extrañaba que no me llamaras hoy ¿Qué tal el día?
-          Fatal. Un día horrible en el trabajo, mi jefe me ha echado una bronca por aquello que me pidió, al intentar defenderme me ha sacado trapos sucios que no podía rebatir. …
-          ¡No me digas!
-          Si, y además tras intentar hacerle comprender, al final he preferido dejarle hablar y que se desahogara.
-                                 ¿Y cómo te has encontrado tú?
-          Pues mal, no paraba de decir cosas insolentes, me echaba en cara cosas de hace años. No sé, la verdad a que ha venido todo esto.
-          No es la primera vez ¿verdad?
-          La verdad es que no, es un dictador que no toma en cuenta a su equipo. No sabe dirigir un departamento.
-          ¿Lo has hablado con tus compañeros?
-          Si, y todos pensamos igual. Estamos aburridos de él, incluso hay compañeros que están pensando irse de la empresa.
-          ¿Y tú que tienes en la cabeza?
-          No lo tengo claro, me esto planteando hablar con él y decirle que no puede seguir así, que al final tendrá problemas con el equipo y que se quedará solo.
-          ¿Has pensado bien lo que le vas a decir?
-          Más o menos, lo tengo que trabajar para no meter la pata.
-          Si crees que eso es lo que debes hacer, hazlo. Quizá así te quites un peso de encima.
-          Sí, creo que eso haré. Gracias amigo por escucharme.
-          Gracias a ti por contármelo. Un abrazo.
-          Un abrazo.

¿Qué percibes entre la primera y la segunda conversación? 
Es evidente que la primera es más corta, ¿aparte de eso?

¿Es tan difícil escuchar? 
Si, sin duda. No sabemos escuchar, en cuanto alguien nos cuenta algo tendemos a dar nuestra opinión, somos su padre/madre, su tutor, en otras utilizamos nuestra piedad, nuestra lástima – pobrecillo/a, tú no te mereces eso, que lástima… - La otra persona sólo quiere contarnos un problema que le aflige y ahí estamos nosotros para consolarla, aconsejarla, recomendarla.

¿Realmente es lo que quiere la otra persona?
Normalmente no, y si es así habría que estudiar por qué (dependencia, vaguería, comodidad, falta de iniciativa) en resumen, es más fácil a veces que nos digan que debemos hacer, que tomar nuestras propias decisiones. A eso nos acostumbran desde pequeños – no hagas eso, no hagas aquellos, haz eso o haz aquello – El resultado es que cuando maduramos debemos tomar nuestro camino y decidir, equivocarnos y volver a repetir.

Escucha al que tienes delante, al que te quiere contar algo, al que quiere abrir su corazón. 
Escucha, presta atención, haz por entender lo que se sucede y porque le sucede. Quizá tú ya lo hayas vivido, quizá tengas la experiencia necesaria para aconsejarle, pero eso no le enseñará lo que debe hacer, simplemente cumplirá tus órdenes y si no funciona, no será él el que se ha equivocado, sino tú.

Practicar la escucha activa no es tarea fácil, no estamos educados para ello. Pero eso no quiere decir que no puedas practicar. Harás sentirse mucho más cómodo o cómoda al que tienes enfrente, estarás más capacitado para entender, para ayudar.

Cuando alguien te cuenta un problema necesita ser escuchado, tu no siempre tienes la razón, tu no siempre sabes la respuesta, el no siempre espera un consejo. Ponerse en los zapatos del otro ayuda a conocer la razón de lo que te cuenta, seguro que si tu estuvieras en su situación, con su personalidad harías algo parecido. Respeta al otro, respeta lo que te está contando y respeta como ha llegado a esa situación que te cuenta. Ponte sus zapatos.



Enséñame a andar, pero no andes por mí.

Enséñame a pescar, pero no me des el pescado.

Dame tu mano, pero no me cojas en brazos para andar el camino, debo andarlo yo.

Permíteme que aprenda, guíame si crees que debes hacerlo, pero permite que yo tome mis propias decisiones.

Recuerda, si le dices a alguien lo que debe hacer y no funciona, no será él el que se ha equivocado, sino tú y lo peor, él no habrá aprendido nada y quizá ahora desconfíe de ti.

Mucha Luz en Tu Camino Personal.


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jueves, 3 de julio de 2014

Suerte

¡Qué mala suerte tengo!

Llevo mi amuleto de la suerte.

Que tengas mucha suerte en tu nuevo trabajo.

La suerte, curiosa palabra. Según un pensamiento racionalista la suerte no existe, es una conclusión de eventos o circunstancias que llevan al desarrollo de un hecho.
No soy tan pragmático al respecto, creo que la suerte existe, sí, pero poco. Es como la fe en que algo sucederá sin que tú tengas nada que hacer. Creo más que algunas cosas suceden sin que tengas posibilidad de intervenir, pero ni todo sucede así ni eres responsable de todo lo que sucede.



Qué duda cabe, si consigues un trabajo es porque estás preparado, has entregado la cantidad suficiente de CVs, estos CVs están bien estructurados y por supuesto, has hecho la entrevista mejor que el resto. ¿Influye la suerte? Quizá algo sí, pero no del todo, no dejes todo en manos de esa palabra, porque si confías todo en ella, ten por cuenta que no conseguirás el trabajo, ni aquello que anhelas.

Tener fe en que caerá del cielo aquello que esperas, es tener fe en algo casi imposible, preocúpate en conseguir lo que pretendes, en luchar por ello, en trabajar duro para conseguirlo y si cuentas con un poco de suerte, mejor. Pero vuelvo a decirlo, no confíes solo en la suerte o en la fe.

Te voy a contar una historia que ejemplariza lo que comento.
Un hombre todas las semanas se sentaba en la iglesia de su pueblo a rezar, así oraba:
-          Señor por favor, que me toque la lotería, no lo quiero solo para mí, haré el bien, daré dinero a los pobres, a la iglesia, pero por favor, que me toque…
Así semana tras semana. Este hombre apuntaba a la desesperación, su único objetivo en la vida era que le tocara la lotería, no hacía nada más que implorar a su dios porque aquello sucediera. Semana tras semana aparecía en la iglesia con la misma oración, semana tras semana…
Tanto lo pidió que un día su dios se le apareció, diciendo así:
-          Hijo, soy tu dios.
-          Ohhh mi dios, gracias por aparecerte a tan humilde siervo. ¿Me tocará la lotería?
A lo que su dios contestó:
-          Claro hijo, tanto me lo has pedido… sólo te voy a pedir una cosa.
-          Dime  mi dios, lo que me pidas haré.
-          ¡ JUEGA A LA LOTERÍA, COÑO, JUEGA.!

Espero haberte arrancado al menos una sonrisa y haber sido lo suficientemente claro en explicarlo.



No esperes nunca que algo caiga del cielo, porque lo único que cae del cielo es la lluvia, y algún que otro meteorito o avión.

Lucha por lo que quieres, confía en tus capacidades, si no las tienes, créalas, tienes un mundo de posibilidades al alcance de tu mano, busca en internet, dedica tiempo a buscar las opciones.

Deja de lamentarte por tu mala suerte, haz que esto cambie, trabaja en ti y en lo que quieres y sobre todo; no esperes que las cosas buenas lleguen, ves a buscarlas.


Quizá tu estés pensando o diciendo ahora mismo, - otra palabrería barata ¿cómo lo hago si yo no valgo para…?. Te aseguro que no es palabrería barata, yo soy el primero que muchas veces caigo en esa frase tan horrorosa - ¿qué hago ahora? No sé cómo continuar, mejor lo dejo, es lo más fácil. Pero hay que levantar la cabeza, buscar opciones.

Cambia lo que haces y cambiará lo que sientes, cambia lo que sientes y cambiará lo que piensas.


Recuerda: 

No eres lo que dices (piensas), eres lo que haces.


Mucha Luz en Tu Camino Personal

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martes, 1 de julio de 2014

Contigo, guarda tú mi sonrisa.

Me ha durado 4 días. Con las mil películas y responsabilidades que tengo, con la peque, con mis historias particulares y demás, 4 días a ratitos...
Conocí a Esteban en un máster de inteligencia emocional, él fue nuestro facilitador en coaching, comunicación y pnl y desde entonces le sigo, porque gracias a él he descubierto mucho de lo que soy. Parezco Gala, la protagonista de este maravilloso libro, mitad novela, mitad autoayuda o quizá debería decir "anti ayuda”, como le gusta decir al propio Logos (su protagonista masculino) y, ¿por qué no?, también a su autor.

Contigo es un libro escrito en tono de humor, como no podía ser de otra forma (así pensamos todos los que tenemos la suerte de conocer a Esteban), un libro mágico, único y maravilloso, que te llevará a descubrir técnicas, te ayudará a descubrirte y, si tienes la mente y el corazón abierto, a descubrir a esa niña o niño que vive en ti, a tu lado… “Contigo”.




Ahora que he terminado de leerlo, entiendo la insistencia del autor, en la terapia del niño interior (Esteban, te sigo debiendo una terapia, apunta a "nuevas víctimas" y súmate).

No creo que deba hacer publicidad directa de este libro, ya que puedo caer en el halago y creo que a su autor no le gustaría; pero quiero ser sincero, así que no puedo quedarme sin deciros que si no lo habéis leído, no sabéis lo que os perdéis.


Escrito por un MAESTRO de las palabras, un ser genuino, especial, distinto a los vendehumos que solemos leer los caminantes.


Os aseguro que Esteban García Valdivia (su autor, por si lo habíais olvidado) es una persona cercana, amable y divertida que, con su conocimiento del crecimiento personal, comunicación, del coaching y de la inteligencia emocional, te llegará allí donde nada antes te ha llegado.

Déjate llevar por la historia de Logos y Gala, por su niñez, por su vida, por su alegría y, sobretodo, por su sonrisa.

En definitiva, leer este libro ha sido un nuevo paso en mi crecimiento y espero compartir "CONTIGO" esta experiencia.


Si queréis adquirirlo, cosa muy recomendable, tienes dos opciones:

Libro electrónico

Libro físico (papel)


Y aquí os dejo la dirección del escritor Esteban García Valdivia

Mucha Luz en Tu Camino personal.
Guarda tú mi sonrisa.
:)