martes, 26 de noviembre de 2013

¿Quieres mejorar? ¿Quieres hacer algo con tus problemas?

Desde que abrí el blog me han llegado preguntas y solicitudes de ayuda. Así que aquí te voy a contestar a ti y a todos los que se sienten pequeñitos, quieren tomar una decisión y no son capaces, etc.

La realidad es que nosotros mismos nos ponemos límites continuamente, "no podré hacerlo", "no creo que sea capaz", "lo veo tan difícil que mejor lo dejo", etc. etc.
...Estamos tan agustito..., como diría la canción, aunque nos quejemos estamos en eso que se llama la "zona de confort" en ese agujero del que no nos permitimos salir. Para justificarnos pensamos y decimos:
- Es que tengo mala suerte
- Todo se me pone en contra
- Tengo que pedirle a Dios que me eche una mano
- Nunca he sido capaz de hacerlo...

¿La verdad? no quieres hacerlo, repito, estás muy cómodo/a en tu asiento, en tu zona tranquila y controlada.
Te voy a decir algo importante, para crecer hay que andar y todo camino empieza por un primer paso.


Si has convivido con niños pequeños te será fácil contestar a la siguiente pregunta y sino, seguro que también.
¿Qué le sucede a un bebé cuando empieza a andar? Se cae, una y mil veces, pero lo sigue intentando, hasta que un día no da un paso, da dos, tres, y al día siguiente ya es casi capaz de correr.
Se ha caído mil veces, alguna se ha hecho daño, quizá hasta una herida, pero ahí está, quería crecer, quería evolucionar y aun arriesgando, lo hizo.

Con este ejemplo quiero ilustrar lo siguiente:
Si quieres avanzar, quitarte la pena, hacer algo con tu vida, cambiar o simplemente demostrarte que eres capaz. HAZLO.
Deja de lamentarte, deja de ponerte disculpas, da un paso, le seguirá otro y otro más. Deja de justificar tus fracasos o tus limitaciones. Si realmente quieres HAZLO.

No uses tanto el "es que..." y usa más el "hay que", ponte una meta, un objetivo a lograr sea cual sea y ponte metas para llegar a este objetivo, pero metas medibles y logrables.


¿Cómo te comerías un elefante? - A trocitos.

No pretendas un objetivo tan grande como "Quiero correr una maratón, pero ES QUE nunca he corrido", ¡¡¡Venga hombre!!! Eso no es una meta, es una tontería. Para conseguirlo deberías:
Quiero correr una maratón en 6 meses. Así que tengo que hacer las siguientes tareas:
- Buscar un plan de entrenamiento, en internet hay mil páginas. -> Lo puedes hacer. Hazlo.
- Empezar a correr el día x. -> Comprométete contigo mismo y hazlo.
- El día x correré una carrera popular (10 km) -> Comprométete contigo mismo y hazlo.
- El día x correré una media maratón. -> Comprométete contigo mismo y hazlo.
- El día x correré la maratón. -> Comprométete contigo mismo y hazlo.

Al final te sorprenderá que lo consigas, pues así con todo.
- HAZLO O NO LO HAGAS, PERO DEJA DE JUSTIFICARTE O LAMENTARTE POR NO HABERLO HECHO.
- EL MUNDO NO ESTÁ EN CONTRA TUYA.
- EL UNIVERSO TAMPOCO.
- ALÉJATE DE AQUELLOS QUE TE LIMITAN.
- SI ALGUIEN TE PONE TRABAS  ES POR QUE LE DEJAS.
- SI ALGUIEN TE DICE QUE NO PODRÁS ES POR QUE LE HAS DADO EL PODER PARA HACERLO.
- TU FIJAS TUS LIMITES.


Ahora plantéate que quieres hacer en el corto, medio y largo plazo, ponte metas medibles y SAL A DEMOSTRAR AL MUNDO LO BUENO/A QUE ERES.

¡¡ VAMOS, TE ESTAMOS ESPERANDO !!








Mucha luz en tu Camino personal.

Cualquier duda o consulta escríbeme a reactivate.reiki@gmail.com

sábado, 23 de noviembre de 2013

Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas


Este texto es de Gabriel García Márquez, un grande entre los grandes.
Aunque Gabriel no era psicólogo ni un erudito, fue un hombre sencillo, amigo de sus amigos y escritor desde casi la cuna.
Este texto refleja lo que he comentado en otros post sobre lo que es importante y lo que no lo es. Os animo a leerlo con el corazón.  Dice así:



“Si
por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. .

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido

Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…., He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón.


Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.



El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. 

Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento”, “perdóname”, “por favor” , “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.
Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.

Gabriel García Márquez
Poco más que añadir.
Gracias Javier por pasarme este escrito.

Mucha Luz en vuestro Camino personal.

lunes, 18 de noviembre de 2013

El tiempo pasa, lento pero inexorablemente

Este vídeo que os pongo a continuación me ha impactado, no ha sido el único que he visto en relación al tiempo dedicado a lo cotidiano, a lo menos importante en la vida. Pero quizá por mi reciente paternidad y quizá porque ahora estoy trabajando con las emociones, me ha calado más profundamente. 

No me alargo más, os dejo el enlace al vídeo  te ruego lo veas, lo escuches y luego si te apetece continúa leyendo.


Algunos lectores me han comentado que no ven el video, os pongo el enlace a Youtube... http://www.youtube.com/watch?v=sQM0-vva_aM


Derechos de autor reconocidos a favor de la brújula del cuidador


Ahora que lo has visto, me gustaría que analizases lo que has sentido. Incluso me atrevo a pedirte que lo compartas en los comentarios al final del blog...

Yo te voy a contar lo que he sentido, me he visto reflejado hace unos años, cuando pensaba que el trabajo era lo más importante, lo que me permitía mantener un ritmo de vida y unos gastos más que aceptables. Hubo un momento en que todo cambió, necesité un mazazo para darme cuenta de que las cosas importantes pasaban por delante de mi y que yo estaba "a lo mio"

Te pido por favor que no esperes a tener un mazazo en tu vida para que ese cambio suceda. Quizá cuando lo recibas sea demasiado tarde.

Lo he comentado en otro post, lo comento día a día con mucha gente, hasta lo comenté hace años en un trabajo estresante que tuve, y ahora vuelvo a comentarlo, vuelvo a preguntarte:
 ¿Porque crees que serás recordado/a? Piénsalo...

 Así es, no serás recordado por las horas que has pasado trabajando, dedicado a ganar dinero, no serás recordado por tener más poder, por ser tal o cual director en tal o cual empresa. No te equivoques, serás recordado por el amor que has querido dar,  por el amor que has dado y por lo que hayas podido dar a los demás y a la humanidad.  

 La felicidad no es sólo dinero y posesión. De hecho no tiene nada que ver con eso.

 Un Maestro me contó el otro día una experiencia, comentaba que como es posible que en un viaje a la India la gente que no tenía NADA entregaba a los visitantes lo poco que tenían con una sonrisa en los labios... en cambio todo lo que tenemos y nos cuesta desprendernos de ello ¡¡¡Que absurdo!!!

 Ríete más, déjate llevar, déjate fluir, no tengas tanto apego a las posesiones... un ejercicio:
 ¿Que pasaría si perdieras tu trabajo? 
 ¿Cuánto durará tu trabajo?
 ¿Que pasaría si perdieras a tu hijo/a? 
 ¿Cuánto durará tu hijo/a?
 ¿Cuantas horas dedicas al trabajo y a tu hijo/a?

  Es fácil responder ¿verdad? 

  No pretendo hacer demagogia barata, para eso están los políticos, lo que pretendo es que con un ejemplo exagerado reacciones, es evidente que necesitas trabajar para vivir, pero no vivir para trabajar. No esperes al mazazo por favor.

Vuelve a ver el vídeo si lo crees necesario.


  De verdad, con total sinceridad, asigna a cada cosa que te suceda, a cada parte de tu vida la prioridad y la importancia que tiene. Repito, la que realmente tiene. Cuando lo hagas y empieces a trabajar en lo REALMENTE IMPORTANTE te aseguro que tu vida cambiará, no lo dudes.
  






Mucha Luz en tu Camino personal.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Martillo, tornillo, lija... ¿tu que eres?

Asamblea de carpintería.
Unos ancianos en la plaza de un pueblo contaban que en la carpintería de uno de ellos hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. 

El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar.
¿La causa?
¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se pasaba todo el tiempo golpeando.

El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.


Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo juego de ajedrez.

Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo:

“Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos”.

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que
el metro era preciso y exacto.

Se sintieron entonces un equipo capaz de producir y hacer cosas de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.

Ocurre lo mismo con todos los seres y por supuesto con los seres humanos. Mira a tu alrededor y lo comprobarás. 

Cuando en una empresa el personal busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando florecen los mejores logros.

Es fácil encontrar defectos, cualquier tonto puede hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos.

Gracias Paloma por hacernos llegar este cuento.

Mucha Luz en tu Camino Personal.

martes, 12 de noviembre de 2013

Tengo que....

¿Cuantas veces has dicho esa frase? TENGO QUE...

¿Cuantas veces no lo has hecho?

Cada vez que pensamos y asumimos un "tengo que" y no lo cumplimos, pesa en nuestra mente, no lo vemos, casi nunca lo sentimos directamente, pero nuestro inconsciente recibe la señal del fracaso y eso poco a poco nos hace mella.

Existen técnicas para convertir en hechos los "tengo que", para convertirlos en "EL DIA x VOY A" y en una de esas técnicas vamos a profundizar un poco.

Empecemos a hacer una lista de aquellos "tengo que", seguramente comiences con los más importantes y te empieces a bloquear, no es fácil someter a la mente a un ejercicio de fuerza bruta. Tenemos nuestras trabas tan bien protegidas por nosotros mismos, que no dejamos que salgan a la luz, nos autoprotegemos engañándonos y dejándonos creer que sino lo decimos no tendremos que hacerlo, no nos sentiremos mal sino hablamos de ello.
Acabo de recordar una frase de una película "Cocodilo Dundee", disculpar, pero viene al caso.

- Las personas van al psiquiatra para hablar sobre sus problemas.
  Ella sólo necesitaba descargarlos. Sacarlos afuera.
- ¿Ella no tiene amigos?
- Tienes razón. Supongo que podríamos usar más amigos.
  Supongo que no tienen psiquiatras en Walkabout Creek.
- Allá, si tienes un problema se lo cuentas a Wally.
  Él le cuenta a todos en la ciudad, los saca afuera, no hay más problema.




Usado este pequeño chiste sobre el que no estaría mal pensar... continuamos.

Hagamos la lista, te voy a poner ejemplo de alguna de estas frases "tengo que" para que te sirvan de ejemplo y te ayuden a sincerarte contigo mismo/a.
- Tengo que ir a ver a mi madre
- Tengo que llamar Pepe (ese amigo) que hace tiempo que no llamo.
- Tengo que decirle a mi pareja que la quiero.
- Tengo que terminar ese libro.
- Tengo que limpiar el coche.
- Tengo que perdonar a María por lo que me hizo (seguro que yo la hice algo a ella también)
.... ¿a que ahora te salen bastante "tengo que"?

Bien, espero que hayamos hecho la lista con sinceridad, sino, no valdrá de nada y será responsabilidad tuya, luego, no te quejes.

Ahora plantea en cada uno de esos tengo que estas frases cambiando las "aaaa" lo que hayas escrito.
Tengo que.aaaa..  Si yo no aaaa entonces bbbb. Y si bbbb entonces cccc Y si cccc entonces xxxx

Para facilitar el ejercicio te voy a poner un ejemplo,
Tengo que terminar el libro de La Iliada, si yo no termino La Iliada entonces no podré presumir de haberla leído. Y si no presumo de haberla leído entonces mis amigos snob me tacharán de inculto. Y si mis amigos snob me tachan de inculto entonces..... debería tener otros amigos.

¡¡¡¡Vaya!!!!... en este caso ha dado lugar a una conclusión interesante.

Otro ejemplo sobre lo mismo.
Tengo que terminar el libro de La Iliada, si yo no termino La Iliada entonces habré dejado un libro a medias. Y si dejo un libro a medias entonces ¿entonces que? nada, pues no tienes porque leer La Iliada, quitate esta responsabilidad de tu mente y céntrate en otra  más importante.

¿Entendiste el ejercicio? ¡¡¡¡PUES ADELANTE!!!!


Si quieres cuéntame y cuéntanos tus resultados, no seas como el amigo de Cocodrilo Dundee ;-)

Mucha Luz en tu Camino personal.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Aquí y ahora

No hay pasado ni futuro en la existencia. La existencia es sólo presente.

Este pensamiento budista es mucho más importante para nuestro crecimiento personal y para nuestra felicidad de lo que podemos llegar a creer.

Si recapacitamos sobre su significado encontramos que tiene un profundo sentido. Si me lo permites y te apetece, vamos a pensar y a compartir unos minutos de pensamiento...

El pasado
   Haciendo caso a su significado, son acontecimientos que sucedieron en un espacio temporal, ¿marcaron nuestro presente?, sin duda, pero hasta ahí. Se quedó localizado en un lugar de nuestro tiempo y espacio.


   Aunque debemos aprender de ello, debemos tener en cuenta como afectó a nuestra situación en aquel momento, cómo afectó a las demás personas de nuestro entorno, pero ... en ningún caso debemos, desde nuestro presente pensar en ¿que habría sucedido si hubiera hecho ...?


  ¿Por qué no? La respuesta es sencilla, no vamos a poder cambiar el pasado, jamás podremos cambiarlo, nada de lo que hagamos reparará o nos retornará a ese punto del pasado en el que podamos enmendar, corregir o mejorar lo realizado.


  Así que teniendo en cuenta estas premisas, dejemos el pasado donde está y si nos es posible compensar de alguna manera, desde nuestro presente, lo realizado en el pasado, hagámoslo, pero no nos arrepintamos ni nos lamentemos, asumamos las responsabilidades y los efectos producidos en el pasado. Ahora toca avanzar, construir nuestro presente.

El futuro
   ¿Dónde está? ¿Qué es? ¿Cómo llegar a el? Lo siento, pero no tengo respuesta a ninguna de estas preguntas, sinceramente, creo que nadie la tiene.


   ¿Servirá de algo lo que haga hoy para mejorar o preparar el futuro, mi futuro? No lo sé, ni tu tampoco, lo que hagas hoy para preparar tu futuro, para intentar condicionarlo, mejorarlo o adecuarlo, puede ser que sirva, claro, normal, porque tu futuro no está escrito, lo vas construyendo día a día. ¿Verdad que has oído algo parecido muchas veces? Y ¿que crees que quiere decir esto? Para mi solo quiere decir una cosa, hoy construye la base de tu casa, porque quizá mañana puedas seguir construyéndola, pero no es seguro.


  Miles de factores que no puedes manipular y en los que no puedes influir están ahí y hagas lo que hagas estarán, así que si no puedes influir directamente en tu futuro, ¿estas absolutamente seguro o segura de que lo que haces hoy sirve para algo el día de mañana?


   Quizá esto sea difícil de entender, pero déjame que te ponga un par de ejemplos:
   - Un hijo de unos ricachones es formado en una de las mejores universidades del mundo, se prepara a conciencia, se diploma con honor y encuentra un trabajo como gran ejecutivo de una gran multinacional... Un día volando de un país a otro por negocios... su avión se estrella ¿¿?? Ufffff ¿de que le valió tanta preparación? ¿Quién le recordará por su formación y puesto en la empresa? Te contesto: al cabo de muy poco tiempo... NADIE.
    - Una persona normal y corriente vive el día a día sin obsesionarse con el mañana, pero se esfuerza por pagar su hipoteca, su coche, trabaja duro y el tiempo va pasando... un día le echan de la empresa en la que trabajaba y lo pierde todo... ¿disfrutó de la vida? ¿Vió una flor nacer? ¿Abrazó un árbol y se dejó llevar por su energía? No, ahora tiene que volver a empezar, sí, tiene experiencia laboral, pero también tiene una edad y olvidó lo realmente importante... no ha disfrutado, no ha experimentado... NO HA VIVIDO.


   No se trata de que no cumplas con aquello que te permite vivir y que te permitirá seguir viviendo con las mejores condiciones posibles, pero con un único objetivo en la mente EL PRESENTE.

El presente
  Aquí está el gran momento, EL AHORA. Desde mi punto de vista y cada vez desde el punto de vista de más gente,  no existe otro momento, siento decírtelo pero es así. No hay nada más que este momento, no hay ningún otro sitio salvo donde estás ahora.


   Trabaja tu mundo interior y exterior, tu mente, tu personalidad, tus sentimientos, trabájate pensando en el momento actual.


   Trabaja como si nunca hubieras trabajado antes, disfruta como si nunca hubieras disfrutado antes, siente como si nunca hubieras sentido antes, haz que los demás se sientan felices como si nunca lo hubieran sido. Pero sobre todo AMA como si nunca antes hubieras amado.


   No sabes si lo que hagas hoy servirá para el futuro, sé sincero contigo mismo, no lo sabes, ni lo sabrás nunca.
   No te lamentes por lo que sucedió, por lo que hiciste, no lo podrás cambiar, no podrás hacer nada por ello.


   VIVE HOY, SE FELIZ HOY.

   Recuerda esto, serás recordado por el amor que entregues, por el bien que hagas, por la ayuda que prestes a los demás. Y hazte esta pregunta ¿Realmente prefieres ser recordado por otra cosa?

No quiero extenderme más, ya he sido muy pesado. :-)

Espero haberte ayudado en algo, si necesitas algo más, no dudes en contactar conmigo.

    Como dijo el sabio, la vida es eso que pasa mientras tu haces planes.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

No me hagas daño

En muchas ocasiones hemos hecho daño a un ser vivo, persona o animal, sin darnos realmente cuenta de lo que hacíamos y lo que es peor, en muchas ocasiones lo hemos hecho siendo conscientes. 
Repasa mentalmente lo que acabo de decir y sinceramente, nadie te escucha, di si es verdad. Sino es así, me alegro, no hace falta que sigas leyendo, deberías alegrarte eres santo o santa :-)

Voy a hablar del daño que provocamos, no del que recibimos, el daño que recibimos en un principio no es importante para tu mejora o sanación. Primero debes reconocer tus fallos, perdonarte, encontrarte bien contigo mismo, conocerte y después hablaremos del resto si es que llegado a ese punto consideras que es importante.


El daño que hagamos a los demás siempre, y he dicho bien siempre, nos será devuelto, de una manera u otra volverá a nosotros. Pero no sólo por esto debemos ser conscientes del daño que hacemos, sería muy egoísta y carente de principios sólo pensar en eso para reparar el daño.

   Lo importante realmente es que al hacer daño a otro ser dejamos una herida en su corazón que difícilmente tenga cura y eso al final hará que esa persona desconfíe de ti e incluso de otros seres. Provocaremos que ese ser sea infeliz, mucho o poco tiempo, eso da igual. Lo importante es que será infeliz y por tanto hará infeliz a otros seres generando una cadena de infelicidad muy larga.
  Es fácil imaginar esto, piensa como te sentirás tu si llega alguien al que amas (amigo/a, madre, padre, pareja, hijo...) con un gran disgusto porque alguien le ha hecho daño, tu también te sentirás mal porque eres un ser empático y así debe ser. Al encontrarte mal, seguro que alguien que te ama también se encontrará mal y seguro tu y esa otra persona haréis algo indebido.

  Antes de dañar, antes de enfadarte con otro ser, date un segundo para sentir realmente. Si es necesario cierra los ojos durante unos segundos, siente, pero siente de verdad, y ahora piensa si realmente merece la pena ese sentimiento. Realmente el ser que te está "dañando" merece que le devuelvas el daño o quizá simplemente sea mejor dejarlo estar, quizá esa persona te está pidiendo a gritos que le ayudes, que le demuestres algo o simplemente que le digas:
- Perdona, creo que debemos dejar la conversación en este punto y volver a hablar en otro momento, cuando ambos estemos más tranquilos y hayamos pensado profundamente el motivo de esta discusión.
o si has recapacitado rápidamente y has llegado al gran descubrimiento de que no merece la pena enfadarte, discutir, dañar y ser dañado/a y decides:
- Lo siento, no voy a perder un segundo en discutir contigo, te aprecio (te amo o te quiero) y no merece la pena mermar ese aprecio por este ni por ningún motivo.
o simplemente no sientes nada por esa persona y comprendes que no tiene ningún sentido entrar en una disputa con esa persona, no te va a llevar a nada.
- Siento decirte que no voy a continuar con la discusión no nos va a conducir a nada. Prefiero dejarlo aquí.

Quizá ahora estés pensando que tontería lo que  te estoy contando, pero piensa que harías tu si estuvieras en esa situación y el que tienes enfrente te dijera una de las tres frases. Hazlo con objetividad, no personalices ya que aún no lo has llevado a la práctica. Piensa que harías, que pensarías, y que sentirías.
Si lo que sientes es violencia, deberías hacértelo mirar.




Como siempre, si consideras que necesitas profundizar más, contacta conmigo.

Mucha Luz en tu Camino personal.


domingo, 3 de noviembre de 2013

De regalo para ti, un cuento...

El pobre anhela riquezas. 
El rico ansía el cielo. 
El sabio aspira a una mente sosegada. 
(Swami Rama) 

  Se dice en la India que cuando un pobre se encuentra con un santo, lo primero que mira en éste son sus bolsillos. 
  Tal afirmación nos recuerda que aquella persona que no ha satisfecho sus necesidades básicas, no ve la felicidad en otra cosa que no sea el oro en cantidad suficiente como para sacarlo de sus problemas. 
  Pretender que un mendigo se interese por la deforestación del Amazonas es hablar un lenguaje que ni entiende ni le importa. El llamado “pobre” no es tan sólo el que carece de bienes y riquezas. En realidad, la pobreza no está en los bolsillos, sino que más bien se encuentra entre las orejas. 


  Hay personas con bienes a su nombre y una buena renta que viven en un programa mental de escasez y de carencia. La pobreza es una actitud frente a la vida que, con frecuencia, no tiene relación directa con la cantidad de monedas. Se trata de un modelo, a menudo, heredado de un progenitor con mentalidad de estrechez y miseria. 
  Uno es rico cuando experimenta conciencia de abundancia. Un programa mental que, aunque al principio no esté refrendado con propiedades, más tarde o más temprano, la vida termina por confirmar. El que se “siente rico” y fluye sin tensión ante el pago de sus cuentas, encuentra con el tiempo la manera de satisfacer las necesidades que requiera. La riqueza comienza en la mente y más tarde sucede en la materia. Cuando uno ya es rico en la mente y además en las rentas, confirma que el dinero resuelve sus necesidades y muchos deseos, pero no elimina sus miedos, sus inquietudes y el anhelo de que le quieran. Y entonces desea El Cielo, eso que no se puede comprar, ni con euros ni con pesetas. 
  Un espacio de paz y salud en el que supone poder dormir sin pastillas y a pierna suelta. El verdadero rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita. Sin duda, la no necesidad es un estado mental que nos convierte, sobre todo, en ricos por dentro y sabedores de la belleza interna. Se trata de personas que han aprendido a ajustar prioridades y señalar las cosas que, de verdad, a todos interesan. 
  El sabio ya ha desmitificado el poder hechizante del último modelo y el bienestar prometido de la imponente casa en la costa. La sabiduría mira hacia dentro y lo que ve son estados de conciencia, tanto de agitación y ansiedad, como de sosiego y calma. Estados mentales que ya no dependen de jarrones ingleses y alfombras persas. En realidad, cuando nos encontramos a punto de adquirir algo que vehementemente deseamos, sentimos una inmensa alegría. Pero si miramos en profundidad lo que de verdad deseamos, no es tanto la cosa en sí, como el satisfactorio estado emocional que suponemos nos proporcionará el disfrute de la misma. De hecho, pasados unos días, ya no produce el mismo efecto de complacencia en nuestra mente, por lo que, incluso, la abandonamos. 
  El sabio opta por el sosiego de su mente y la apertura de su consciencia, sabiendo con certeza que son los dos grandes pilares de la verdadera riqueza. Las personas sabias, mientras hacen circular la cantidad justa y adecuada de dinero, cultivan el jardín de su interior y expanden al Universo su mirada. Sus vidas tienen sentido porque comprenden cada instante que pasa. Hace ya tiempo que aprendieron a enfocar la atención allí donde la vida les llamase e hiciesen falta. 

 Texto perteneciente al libro del autor: "Inteligencia del alma" Jose Maria Doria