viernes, 28 de noviembre de 2014

Tu actitud ante la vida te identifica.






Lleva lloviendo todo el día, además hace frío y para peor, como tengo que ir andando a trabajar llegaré empapado. ¡Vaya día de mierda! Para la mierda que llueve, con este chiriviri podía dejarlo ya, esta lluvia fina y constante es un asco, se te mete hasta los huesos. ¡Qué asco! Como me empape mucho me cogeré un resfriado… ¡Grrrrr! Definitivamente, odio la lluvia.

Vaya, está lloviendo y lleva todo el día igual… Esto le va a venir al campo maravillosamente bien, porque tampoco es que llueva a raudales, el chiriviri hace que a la tierra le dé tiempo a empaparse e ir calando, sin destruirla. Los acuíferos poco a poco se irán llenando, cara al verano nos vendrá muy bien. ¿Y los pantanos y presas? Que bien, a ver si llueve más para que tengamos agua para lavarnos, ducharnos, beber y poder regar los parques jardines y los huertos para que tengamos comida. Me toca ir a trabajar andando, pero aunque me moje algo, iré disfrutando de la lluvia, de los colores y brillos que la lluvia transmite a todo lo que toca, hace que el día sea distinto. El aire se limpia y renacen olores nuevos que la polución de la ciudad tapa en los días secos. Al limpiarse el aire se respira mejor y habrá menos gripes y resfriados. Definitivamente, amo la lluvia.


La gente observa a la primera persona con el rictus serio, amargado, triste, su posición física es aplastada y decadente, te mira de soslayo y si puede, gruñe. Al pasar por un parque se aparta para no rozar ni siquiera la tierra para no mancharse. La segunda persona lleva un semblante alegre mientras camina, sonríe al verse reflejado en un charco y recuerda cuando era pequeño y saltaba en ellos mientras su padre le regañaba, al pasar por un parque no se da cuenta que se está manchando los zapatos con la tierra mojada porque presta la máxima atención al olor de la tierra mojada y el sonido de las gotas de agua al caer en los charcos y en las hojas de los árboles.

Es sólo un ejemplo, pero el posicionamiento ante las adversidades te distinguirá frente a los demás. No sólo influye en tu mente, influirá también en como los demás te verán y por tanto en cómo tú te sentirás al relacionarte con los demás, es un círculo en el que lo que tú pienses se convierte en tu comportamiento, tú comportamiento en lo que los demás vean y sientan de ti y por último, ese comportamiento del resto de la gente te afectará y hará que tú pienses y te comportes… Si la gente me mira con animadversión odiaré a la gente.



Quejarse no conduce a nada, plantéate el porqué de tus quejas, que obtienes con ellas.


Piensa en positivo, sé un positivo inteligente, tu mente cambiará, tu comportamiento  cambiará, tus relaciones con los demás cambiará y sin duda, tu vida cambiará.





#unpasoentucamino #jcmt

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